Finalmente, a más de dos años de que comenzaran las restricciones por la pandemia del coronavirus, situación que derivó en el cierre de más del 80% de los pasos fronterizos internacionales que tiene nuestro país, el Gobierno anunció que en los próximos días se levantarán todas las restricciones, y que los cruces internacionales se irán reabriendo en forma paulatina a lo largo del mes de abril.

De concretarse, el servicio internacional de buses de larga distancia podrá volver a utilizar muchos de los pasos fronterizos que todavía hoy se encuentran cerrados. Situación que ha perjudicado a empresas de transporte y usuarios por igual quienes desde abril 2020 venían reclamando la normalización de la comunicación regional por carretera.

La medida, además, implicaría la simplificación de todos los trámites de ingreso, eliminando por completo los requisitos de análisis de antígenos, PCR y de vacunación para el ingreso al país tanto de ciudadanos, residentes, como de extranjeros.

La importancia del servicio internacional en buses de larga distancia:

Al igual que ocurre a lo largo y ancho de nuestro país, existe desde hace décadas una importante red de servicios internacionales que, prestado por compañías argentinas vinculan nuestra nación con los países de la región. Internacionalmente, los ómnibus comunican a diario desde capitales nacionales y grandes ciudades a localidades más tranquilas y de pocos habitantes, que su conjunto son habitadas por más de 45 millones de personas.  Sólo por mencionar algunos de estos destinos por decir que en Uruguay el micro llega a Salto, Young, Paysandú, Mercedes, Trinidad, Fray Bentos, Montevideo y Punta del Este; en Brasil a Maringa, Londrina, Foz de Iguazú, Cascabel, Punta Grossa, Curitiba, Porto Alegre, Torres, Imbituba, Garopaba, Florianópolis, Camboriú, San Pablo y Río de Janeiro; en Paraguay, conecta Asunción, Villarrica, Encarnación, San Juan Bautista, Caaguazú, Coronel Oviedo y Ciudad del Este; en Bolivia a Yacuiba, Camirí, Santa Cruz de la Sierra, Villazón, Tupiza y Potosí; en Chile a Los Andes, Santiago, Viña del Mar, Valparaíso, La Serena, Copiapó, Chañaral, Antofagasta, Talca, Arica, Temuco, Puerto Mont y Valdivia, (y bien al sur Puerto Natales y Punta Arena); y en Perú incluso llega a Tacna y Lima.

Finalmente, a más de dos años de que comenzaran las restricciones por la pandemia del coronavirus, situación que derivó en el cierre de más del 80% de los pasos fronterizos internacionales que tiene nuestro país, el Gobierno anunció que en los próximos días se levantarán todas las restricciones, y que los cruces internacionales se irán reabriendo en forma paulatina a lo largo del mes de abril.

De concretarse, el servicio internacional de buses de larga distancia podrá volver a utilizar muchos de los pasos fronterizos que todavía hoy se encuentran cerrados. Situación que ha perjudicado a empresas de transporte y usuarios por igual quienes desde abril 2020 venían reclamando la normalización de la comunicación regional por carretera.

La medida, además, implicaría la simplificación de todos los trámites de ingreso, eliminando por completo los requisitos de análisis de antígenos, PCR y de vacunación para el ingreso al país tanto de ciudadanos, residentes, como de extranjeros.

La importancia del servicio internacional en buses de larga distancia:

Al igual que ocurre a lo largo y ancho de nuestro país, existe desde hace décadas una importante red de servicios internacionales que, prestado por compañías argentinas vinculan nuestra nación con los países de la región. Internacionalmente, los ómnibus comunican a diario desde capitales nacionales y grandes ciudades a localidades más tranquilas y de pocos habitantes, que su conjunto son habitadas por más de 45 millones de personas.  Sólo por mencionar algunos de estos destinos por decir que en Uruguay el micro llega a Salto, Young, Paysandú, Mercedes, Trinidad, Fray Bentos, Montevideo y Punta del Este; en Brasil a Maringa, Londrina, Foz de Iguazú, Cascabel, Punta Grossa, Curitiba, Porto Alegre, Torres, Imbituba, Garopaba, Florianópolis, Camboriú, San Pablo y Río de Janeiro; en Paraguay, conecta Asunción, Villarrica, Encarnación, San Juan Bautista, Caaguazú, Coronel Oviedo y Ciudad del Este; en Bolivia a Yacuiba, Camirí, Santa Cruz de la Sierra, Villazón, Tupiza y Potosí; en Chile a Los Andes, Santiago, Viña del Mar, Valparaíso, La Serena, Copiapó, Chañaral, Antofagasta, Talca, Arica, Temuco, Puerto Mont y Valdivia, (y bien al sur Puerto Natales y Punta Arena); y en Perú incluso llega a Tacna y Lima.